A cuatro pícaros muy mal hablados que viven en el Quijote les cae una maldición.
(Se han metido con el caballero andante y su escudero. ¿Merecían menor castigo?)
Deben representar tres obras en verso del Siglo de Oro: dos de Calderón de la Barca y una de Ana Caro. (Bien por ella, por fin existe, se la reconoce y se la representa.)
Los Cuatro salvajes vestidos de verde hiedra (así se llama la obra teatral a la que hemos asistido) disfrutan en el escenario haciendo de Ulises, de la dama duende, del Conde Partinuplés, y nosotros disfrutamos con ellos.
Nos ha costado entender el verso, pero ha merecido la pena el esfuerzo.
¡Volveremos al TEATRO CLÁSICO!
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