A partir del Concilio de Trento (siglo XVI) la iglesia obligó a las parroquias a llevar un registro escrito de nacimientos, muertes, matrimonios, hijos… Son los libros parroquiales.

En muchos lugares estos han desaparecidos por guerras, incendios, desastres naturales … pero en Mejorada tenemos la suerte de conservarlos aún, y los profesores de Religión han llevado a sus alumnos a conocerlos.

Gracias a estos libros los geógrafos e historiadores pueden investigar el pasado, como ha estado realizando últimamente un vecino nuestro, periodista y escritor Antonio Pampliega para su último libro El Quinto Nombre.

También les sirven a los genealogistas para crear los famosos árboles genealógicos, como el que les enseñó Curri